¿Dónde está? La han buscado por tierra, mar y aire. La última vez que fue avistada bajaba del AVE que une Málaga con Ciudad Real, en cuyo coso también lució palmito, junto a un rejuvenecido Nacho López del Hierro, (…)
El caso es que La Desaparecida lleva 24 días, 24, en territorio comanche, desatendiendo sus responsabilidades territoriales y dorándose entre los rayos de algún sol elitista que bien podría estar localizado en el campo de golf de Guadalmina, limítrofe con Marbella, … Mientras tanto, su reino en el que no quiere reinar, se resquebraja atenazado por el paro, el descontento y la decepción general. Hasta los suyos, camuflados también entre el follaje del escaqueo, dudan de si La Desaparecida está missing, ausente, fugada, o, por el contrario, prepara su definitiva retirada a territorios donde el oso y el madroño sí son de su dominio. ¿Cómo si no se entiende que lleve un mes de absentismo laboral castellano-manchego? ¿Cómo se entiende que se haya subido al púlpito de Génova en un par de ocasiones en agosto y al de Fuensalida ni una sola vez?
Con la que está cayendo, con la que se avecina a partir de septiembre; con los libreros mirando por el rabillo del ojo y poniendo sus barbas a remojar; con los transportistas de líneas escolares con el agua (y la soga) al cuello…, con todo este chaparrón, La Desaparecida se niega a reunirse con los sectores afectados, pero es que sus asistentes hacen lo propio, sacan pecho y se ponen chulos ante la situación ruinosa que lleva a las farmacias a cerrar temporalmente. Y eso que el 99,9% de los boticarios la eligieron para que solucionara sus problemas; y eso que el 99,9% de los pequeños empresarios, que también la votaron, pensaban que se podrían a ir de vacaciones porque les iba a pagar hasta la última factura pendiente; y eso que el 89,9% de los autónomos creían que ya no adelantarían el IVA porque La Desparecida se lo prometió. Ilusos, ya fueron advertidos, las varitas mágicas solo existen en el set infantil de “Magia Borras”.
Ahora, 90 días después, 90, de su triunfo electoral, la situación ha empeorado. Los pequeños empresarios siguen sin cobrar, los boticarios cierran sus farmacias porque La Desaparecida prefiere agostar y sestear, antes que reunirse con ellos y ofrecerles, al menos, confianza. ¿Y los autónomos? ¿Qué hacen los autónomos? Pagan el IVA adelantado de las facturas que La Desparecida tiene en un cajón bajo llave. ¿Ha cambiado algo en estos 90 días? Sí, mucho. Los farmacéuticos cobraban todos los días 22 de cada mes, las pequeñas empresas sabían que en septiembre cogerían dinero fresco y los autónomos eran conscientes de que seguirían pagando el IVA adelantado, porque de otra forma sería necesaria una reforma legal a nivel nacional. Y eso no se lo dijo La Desaparecida.
Recuerdo cuando el año pasado a José María Barreda se le ocurrió irse unos días a Mallorca de vacaciones y una inmisericorde Carmen Riolobos se le echó a la yugular. Y eso que Barreda interrumpió su descanso para asistir al sepelio de los militares muertos en Afganistán. La Desaparecida no se movió de la sombrilla ni para asistir al entierro de los tres jóvenes fallecidos en Villacañas al desprenderse un brazo de una atracción ferial.
Por cierto, ¿Dónde está María Dolores de Cospedal?
Carlos Iserte (dclm.es)