A vueltas con las libertades públicas de todos los españoles y del comportamiento de los que nos gobiernan ante determinadas "presiones" e imposiciones religiosas, la respuesta está clara, sólo hay que cumplir y hacer cumplir la Constitución Española.
Artículo
14.
Los
españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o
cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Artículo 16.
1. Se
garantiza la libertad ideológica, religiosa y
de culto de
los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones,
que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley.
2. Nadie
podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna
confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en
cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las
consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás
confesiones.
Artículo 20.
1. Se
reconocen y protegen los derechos:
a. A expresar y difundir
libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito
o cualquier otro medio de reproducción.
b.
A la producción
y creación literaria, artística, científica y técnica.
c.
A la
libertad de cátedra.
d.
A comunicar
o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La Ley
regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el
ejercicio de estas libertades.
2. El
ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de
censura previa.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villanueva de los Infantes, de "motu propio", o ¿presionado?, y en contra de todo lo que la lógica dice que tiene que ser el comportamiento de un buen gobernante, decide negar un lugar público concedido previamente para una actividad cultural, amparándose en no se que tipo de presiones falsas y posibles disturbios públicos. Y no solo eso, sino que han puesto, o han ordenado poner, un símbolo de la religión católica en la oficina general del Ayuntamiento, lo que está directamente en contra del cumplimiento de la Constitución Española.
Deberían recordar los concejales del PP que todos ellos juraron cumplir y hacer cumplir la Constitución Española. ¿Juraron, pues, en vano?.