Si la lógica y la moral se
dieran la mano, el actual gobierno debería presentar su dimisión, empezando por
el de Castilla-La Mancha y siguiendo por el propio Mariano Rajoy.
Se presentaron a las elecciones con el principal
aval del fracaso del gobierno encabezado por Rodríguez Zapatero. Aseguraban que
nada más llegar al poder ya se advertirían los primeros cambios relacionados
con la imagen y el prestigio de Rajoy y que luego, muy pronto, la economía
mostraría de verdad los brotes verdes, empezando por la creación de puestos de
trabajo.
Aseguraron que no abaratarían el despido, que
promoverían el contrato indefinido. Aseguraron que nunca tocarían las
pensiones, la sanidad ni la educación. Cospedal calificó de
"impresentable, antisocial e injusta" la amnistía fiscal que Zapatero
anuncio pero que nunca llevó a cabo. Rajoy, Cospedal y Esperanza Aguirre
desarrollaron una impresionante campaña contra la subida del IVA.
Aseguraron que nunca subirían impuestos porque
significaría "más paro, más recesión y darle una vuelta más de tuerca a la
maltrecha economía de las familias y la empresas".
¿Qué ha sucedido luego? Todo lo contrario de
todo aquello que aseguraron: subieron el IVA, abarataron el despido, tocaron y
bien tocadas la sanidad y la educación, con el copago sanitario, las tasas
universitarias, la privatización de hospitales, el abandono de los
dependientes; pusieron en marcha la amnistía fiscal, subieron el IVA y, la
última de las promesas, han cruzado la "línea roja" que Rajoy aseguró
nunca cruzaría: su gobierno no revalorizará las pensiones.
Suficiente para dimitir porque han hecho todo lo
contrario de los que prometieron. Pero, además, no ha servido para nada:
nuestra economía no levanta el vuelo, hay más paro, más inseguridad social, más
protestas, más manifestaciones, descontento y, para colmo, no se cumplen los
objetivos de déficit que también prometieron.
Ya es suficiente para demostrar la mentira y el
fracaso. Pero, además, no han parado un instante en la creación de cargos de
confianza, el enriquecimiento personal y familiar…Y hasta la insultante sorna:
recientemente, un joven grupo de diputados del PP, agrupados en torno al nombre
de El Balconcillo han concedido sus "ingeniosos" premios a sus
señorías del PP. A la diputada Andrea Frabra le han dado el premio Emilio
Castelar por elevar la voz en el Congreso y decir: "¡Que se jodan!",
cuando Rajoy dijo que ser parado y cobrar el seguro de desempleo se iba a poner
más difícil.
Por primera vez en la historia, el paro en
España supera el 25 por ciento, uno de cada cuatro trabajadores está parado.
Según Eurostat, en España con el gobierno de Rajoy ya se han superado los 6
millones de desempleados.
Ya no hay excusas, basta ya de la herencia recibida. Suficientes no, mucho más que suficientes motivos
para dimitir si la lógica, la moral y hasta el sentido del ridículo se dieran
la mano.