Carta de un Socialista a Pablo Iglesias

Bienvenido a la lucha. Bienvenido a este lado de la batalla por los derechos y el bienestar de las personas. Bienvenido y sumemos nuestras fuerzas para derrotar a quienes quieren quitarnos todo a aquellos que más lo necesitamos. Bienvenido sí, pero no eres el único, ni mucho menos el primero.

Llevo militando activamente en el PSOE desde que tengo 17 años (ahora tengo 27), y cuando digo activamente, quien me conoce sabe que es en el más pleno sentido de la palabra. Espero que a mí no me consideres casta, ya que con un día que percibas tu salario de eurodiputado, ya habrás cobrado de la política más que yo y la gran mayoría de mis compañeros en 10 años, y además superarás con creces mis expectativas.

En lo que concierne a la casta política, reconozco que ciertas personas en mi partido, como en el tuyo, sí que pueden responder a ese perfil, pero se me ponen los pelos de punta cuando te refieres al PSOE en su conjunto como casta política, porque pienso en ese 99% de socialistas que, desde que se levantan hasta que se acuestan, están dejándose el alma para garantizar los derechos de las personas que más lo necesitan y por conseguir una igualdad plena entre las personas, tengan el origen que tengan y, además, desde hace muchos años, antes incluso de que tú o yo naciéramos.

Te necesitamos. A ti y a todo aquel que consigas atraer hacia los posicionamientos de izquierdas, pero te necesitamos para sumar, no para restar. Te necesitamos ahora y te necesitábamos antes, cuando tuvimos que luchar, prácticamente en solitario, para conseguir universalizar la sanidad, la educación, las pensiones no contributivas y tantos otros derechos que hacen más digna la vida de las personas. No obstante, hablo con sinceridad cuando digo que te necesitamos, si con tu ayuda podemos protegerlas.

Te considero un compañero en la lucha frente a esa derecha férrea que, de la mano de los grandes poderes, quiere robarnos nuestro más preciado tesoro, nuestros derechos. Pero temo que la división de voto entre nuestras filas pueda provocar el efecto contrario y perpetuemos a la derecha en el poder.

No me gusta tu personalismo ni tu visión de la política desde una posición espiritual por encima del bien y del mal, pero con humildad te agradezco que tu fugaz aparición haya removido los cimientos de este viejo partido al que pertenezco.

Si vienes para quedarte y sumar, bienvenido. Si buscas el bienestar de las personas y una sociedad igualitaria, sabes que puedes contar con nosotros, con la ‘casta’ socialista que ya lo hizo antes que tú y lo seguirá haciendo mientras sea necesario.

Manuel Martínez Rodríguez
Militante del PSOE