La presidenta regional, María Dolores de Cospedal, solo ha hecho una cosa por Castilla-La Mancha: demoler el Estado de Bienestar. Las políticas sociales y sanitarias de la señora de Cospedal solo están sirviendo para debilitar a los más débiles y fortalecer a los más fuertes. En asuntos como el apoyo a los dependientes, Castilla-La Mancha ha pasado de ser pionera a quedarse a la cola y convertirse en ejemplo de lo que no se debe hacer.
De hecho, según los datos del Observatorio de la Dependencia y del IMSERSO, de Cospedal expulsó cada día a 60 familias del sistema de atención por Dependencia durante el pasado mes de febrero, reduciendo en 1.744 el número de beneficiarios. Además, Castilla-La Mancha es la región que más ha retrocedido en valoración, con una bajada de 5,8 puntos en su nota de atención a los dependientes.
Por lo que se refiere a la política sanitaria, solo hay que recordar la pretensión de cerrar servicios de urgencias que atienden a más 120.000 personas y la intención de ceder a empresas privadas los hospitales construidos con dinero público. El reflejo de esta despreocupación del Gobierno de la señora de Cospedal por la sanidad pública se está notando en el incremento alarmante de las listas de espera o en la falta de acuerdos con las comunidades de Aragón y Madrid para que atiendan a usuarios que viven en poblaciones limítrofes.
Desde el PSOE seguimos trabajando en la defensa de una sanidad pública, universal y de calidad y apoyando iniciativas como las que han paralizado el cierre de las urgencias nocturnas que pretendía el gobierno de Cospedal.
No es oro todo lo que reluce. Nuestra presidenta presume de recorte del deficit de castilla-la mancha pero no dice nada de la deuda de castilla-la mancha:
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