Hablemos claro

Ha llegado la hora de la verdad. A estas alturas no valen tapujos, disimulos, indefiniciones, o máscaras. Ya no vale hablar mal del adversario, sin poner en negro sobre blanco el programa propio. Los ciudadanos tenemos derecho a saber la verdad con toda claridad. Y la verdad es que hay dos formas perfectamente diferenciadas de hacer política. Y ¿cómo debe afrontarse una campaña electoral? Diciendo a los votantes cuál es ese programa. Cuál de esas dos formas adopta cada partido.

No valen discursos en los que se balancea sobre qué malo es el otro, y qué bueno soy yo. No valen discursos en los que el adversario es el causante de todos los males habidos y por haber, y yo soy el que tengo la fórmula mágica para resolver los problemas. No. Ya no vale. Ya no cuela. Los ciudadanos no necesitamos que nos adviertan de los males, necesitamos conocer qué se va a hacer para salir de la crisis en la que nos encontramos, y qué se piensa hacer cuando salgamos de la crisis.

Porque la esencia del problema es que hay dos modelos políticos, sociales y económicos. Y alguien pretende esconderlo, alguien está empeñado en que no sepamos sus verdaderas intenciones, su verdadera ideología. Precisamente quienes están en este empeño son los más interesados en que no se sepa. ¿Qué ocurre con esta estrategia? Que con cuentagotas, el candidato Rajoy va soltando pequeños e inconexos mensajes por los que el ciudadano va haciéndose una idea de por dónde van los tiros. Pero sin hablar claro no sea que pierda votos.

Un día dice González Pons que no se va a tocar la fórmula del despido; otro día dice el Sr. Rajoy que no se pueden mantener los 45 días; la mayoría de los líderes populares dicen, por activa y por pasiva, que serán defensores de la Sanidad y la Educación pública; otro día el Sr. Montoro apunta la necesidad de ir introduciendo criterios privados en la Sanidad y en la Educación; otro día nos enteramos de que en Madrid ya hay más centros de secundaria concertados que públicos; al tiempo que vamos viendo la política de recortes en comunidades gobernadas por el PP.

Ya no vale decir que en el 96 heredaron un país en crisis y que el PP lo salvó. No. La crisis había terminado en el 94. Por tanto no nos salvaron de la crisis. Lo que hicieron fue cumplir los criterios de convergencia que les impuso Europa, vendiendo y privatizando todo lo que pillaron por medio. Lo que hicieron fue pactar con los catalanes y vascos para conseguir el apoyo parlamentario necesario para sus políticas neoliberales. Pero eso no es lo que habían dicho en campaña.

Digan con claridad, y sin miedo, como van a afrontar la crisis y qué políticas socio económicas van a aplicar durante la crisis y después de la crisis. Porque no es lo mismo salir de la crisis con políticas neoliberales que con políticas socialdemócratas. Con políticas neoliberales, ya sabemos lo que pasa, y si las volvemos a aplicar volveremos a caer en la misma situación.

Julio García-Casarrubios Sainz – dclm.es